IA en la logística: oportunidades y barreras para su adopción

La adopción de inteligencia artificial en logística avanza con fuerza en América Latina. En Argentina, el 82% de las empresas del sector planea invertir en 2025 en infraestructura, automatización y herramientas tecnológicas basadas en IA, según datos de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG). Más de la mitad (51%) de ese universo apunta a soluciones concretas como sistemas de almacenamiento inteligente, asistentes virtuales o plataformas de seguimiento automatizado.

El impulso principal proviene del crecimiento del comercio electrónico, que en el primer semestre de 2024 aumentó un 248% interanual. Este salto en las ventas online multiplicó la presión sobre las cadenas de suministro: más pedidos, más devoluciones y clientes que esperan respuestas inmediatas. En este contexto, la automatización dejó de ser una ventaja opcional para convertirse en un requisito indispensable para sostener la operación.

Sin embargo, el camino no está libre de obstáculos. Muchas pequeñas y medianas empresas enfrentan barreras que dificultan la incorporación de IA. El IBM Global AI Adoption Index señala que el 32% de las organizaciones identifica la falta de personal capacitado como la principal limitación, mientras que el 43% reconoce que no cuenta con datos internos estructurados para alimentar modelos predictivos o automatizados. A estas dificultades se suman limitaciones presupuestarias, problemas de integración con sistemas existentes y dudas sobre el retorno de inversión.

En este escenario, resulta clave contar con herramientas adaptadas a las condiciones de América Latina: soluciones que no requieran grandes equipos de desarrollo ni infraestructura costosa, que puedan configurarse en minutos, operar con bases de datos simples y comprender el lenguaje local, incluso en contextos informales o descentralizados. Un ejemplo es Laburen.com, plataforma argentina diseñada para funcionar en mercados emergentes. A diferencia de otras herramientas que exigen desarrolladores o recursos técnicos complejos, Laburen se configura en minutos, aprende automáticamente desde documentos, hojas de cálculo o sitios web, y es capaz de interpretar tanto el lenguaje como las emociones. Sus asistentes virtuales automatizan tareas como la gestión de pedidos, cotizaciones o carga documental, integrándose a sistemas existentes sin necesidad de conocimientos avanzados. En distintos casos, estas soluciones han logrado liberar hasta el 70% del tiempo operativo destinado a tareas repetitivas, permitiendo que los equipos se concentren en funciones más estratégicas.

La IA en logística es una tendencia que parece consolidarse, pero su impacto real dependerá de la capacidad de traducir esa tecnología en herramientas concretas y accesibles para empresas con márgenes ajustados y estructuras pequeñas. En ese camino, las plataformas pensadas desde y para el sur global pueden marcar la diferencia y hacer que la inteligencia artificial pase de ser una promesa a convertirse en un cambio tangible para el sector.